Por las noches te vuelvo a ver, no hay tiempo ni consuelo, sólo una almohada sucia, unas pocas fotos, el oporto, tu voz que vuelve a llamarme desde el baño. Nostalgia. Noche y nostalgia y como siempre un aeropuerto. Hacía frío y garuaba. Nos dijimos lo poco que quedaba por decirse. Era otoño, era abril, el comienzo de un camino desierto, el amor castigo, sin sombra ni futuro. ¿Y qué decirse después de todo? Lo mejor fue tu espalda, verte una última vez, la violencia apagada de un Hopper, el pelo suelto, embarcar hacia la sonrisa impersonal, tenga usted buen viaje, un asiento, un baño, desahogarse, y ahora tu voz desde este otro baño, en esta casa demasiado lejos y tan sola.
2 comentarios:
Era otoño, era abril.
Entonces aún no lo hemos perdido.
Nos viene haciendo falta que escribas algo, amigo. Hace mucho ya desde la última vez.
Publicar un comentario