El ingeniero Parrillada se presentó en la casa en calidad de informático y de juguetito codiciado por la nena que se había aburrido de lanzarle quinientas indirectas (postales desde Italia cuando viajaba, corbatas de seda, extensas cartas, camisas…); indirectas, dicho sea de paso, que Parrillada había esquivado con un garbo indecible ensayando las verónicas del caso y en muchos casos el gesto de respuesta universal. Su côté vanidoso, lo admite.
Al entrar a la casa, muchas de sus debilidades se vieron colmadas de inmediato: mobiliario antiguo, obras de arte, una familia excesivamente culta, libros por doquier; todo parecía un remedo en miniatura de un palacio véneto. Claro que la nena no estaba nada bien del sector azotea. Pero el ingeniero no había sabido cómo zafar y en última instancia ahí estaba, hablando con su familia, departiendo sobre la pintura barroca italiana (de la que no sabía ni medio, más allá de Caravaggio, que levantó la suficiente borrasca como para que llegara hasta un ignorante como él).
De manera inesperada, movido en partes iguales por un afán proselitista y gratitud, L.A., padre de la muchacha de poderosas narinas, procedió a dedicarle una copia de su último libro. Parrillada confiesa que al regalarle un libro, L.A. tuvo más chances de conquistarlo que su hija, además de que visto de perfil no estaba nada mal. El título del libro se ocultará por motivos obvios, pero la temática tiene que ver con el descubrimiento y saqueo de América. Es un libro académico, bien escrito y documentado, y sumamente interesante, que le ayudó a Parrillada a sustentar argumentos que hasta ese momento sostenía principalmente con arranques adolescentes y los tópicos de siempre.
Mediante el análisis de cartas de Colón, de Vespucci, de Caboto, entre otros, se asiste al asombro por la desnudez...
Le satisfizo contabilizar un ejemplo de anarquía.
Hace no mucho Parrillada estuvo en Cáceres (Extremadura) (Cuando revele el rollo quizá suba la foto, si es que ésta se salvó de su habitual ineptitud).
Es claro que desde 1492 América está de saldos. Yo me pregunto: ¿qué se conmemora exactamente el 12 de octubre?
Al entrar a la casa, muchas de sus debilidades se vieron colmadas de inmediato: mobiliario antiguo, obras de arte, una familia excesivamente culta, libros por doquier; todo parecía un remedo en miniatura de un palacio véneto. Claro que la nena no estaba nada bien del sector azotea. Pero el ingeniero no había sabido cómo zafar y en última instancia ahí estaba, hablando con su familia, departiendo sobre la pintura barroca italiana (de la que no sabía ni medio, más allá de Caravaggio, que levantó la suficiente borrasca como para que llegara hasta un ignorante como él).
De manera inesperada, movido en partes iguales por un afán proselitista y gratitud, L.A., padre de la muchacha de poderosas narinas, procedió a dedicarle una copia de su último libro. Parrillada confiesa que al regalarle un libro, L.A. tuvo más chances de conquistarlo que su hija, además de que visto de perfil no estaba nada mal. El título del libro se ocultará por motivos obvios, pero la temática tiene que ver con el descubrimiento y saqueo de América. Es un libro académico, bien escrito y documentado, y sumamente interesante, que le ayudó a Parrillada a sustentar argumentos que hasta ese momento sostenía principalmente con arranques adolescentes y los tópicos de siempre.
Mediante el análisis de cartas de Colón, de Vespucci, de Caboto, entre otros, se asiste al asombro por la desnudez...
Le satisfizo contabilizar un ejemplo de anarquía.
Hace no mucho Parrillada estuvo en Cáceres (Extremadura) (Cuando revele el rollo quizá suba la foto, si es que ésta se salvó de su habitual ineptitud).
Es claro que desde 1492 América está de saldos. Yo me pregunto: ¿qué se conmemora exactamente el 12 de octubre?
11/03/06
2 comentarios:
Esa es una estupenda pregunta. Una pregunta a la que no he encontrado respuestas satisfactorias.
Desde mi poco autorizado punto de vista, y cayendo un poco en el mismo verso de siempre, fue el principio del fin (al menos para los locales). Fue también el principio de un despojo, junto a otros hechos que hoy por hoy nos definen (tal como la llegada de quienes podrían llamarse los primeros inmigrantes).
Y no menos importante, es el hecho de que fue el fin de un principio (iniciado por el nacimiento en 1155 de un pequeño niño mongol que fue conocido luego como Gengis Khan).
Creo que quienes "festejan" esa fecha, celebran, aunque tal vez no tengan conciencia de ello, la culminación de un largo trayecto. El fin de una etapa tormentosa de la que Europa, finalmente, salió triunfadora... para mayor gloria de algunos y para mayor pena de otros.
Disculpas por el largo del comentario. Se ve que mi poder de síntesis no es tan poderoso.
Es postulable. Pero aún sin el catalejo histórico y sin siquiera caer en algo que bien puede sonar a bandera fácil como es mencionar venas abiertas etcétera, me parece que hay una cuestión de dignidad mínima. Hernán Cortés es un ícono en Extremadura y la foto que Parrillada iba a subir es una estatua ecuestre del energúmeno en cuestión que gobierna un cruce de avenidas importantes. Del otro lado del océano, y teniendo en cuenta de que la estatua está en Cáceres, no me preocupa que el tipo fuera extremeño sino más bien que fuera un perfecto execrable.
Sin discurrir sobre quién escribe la Historia, recuerdo que uno de los argumentos más fuertes para no dejar entrar a Turquía a la UE es que aún no reconoce el genocidio armenio. Y así vamos...
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