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Nieve

Lo más blanco que hay...


Canta Smith. Sinking. So I trick myself like everybody else.

Montevideo

En el sueño la ciudad venía a mí desde lejos, como una manzana. Una necesidad me perturbaba: recordar con exactitud sus contornos. Obsesionado con esta idea, se la explicaba a un compañero de trabajo. Difícil decir en qué idioma hablaba (¿hablaba realmente?). Le decía algo así como fijate bien, ahí está la bahía, hermosa, y luego la ciudad cae violenta como un ancla sobre Punta Carretas. Sabía que me faltaba mencionarle la Rambla Sur, decirle que el malecón de La Habana era lo más parecido a la Rambla Sur que había visto en mi vida. Como él es oriundo de Biarritz y en sueños todas las carambolas son posibles, le comentaba que por un buen tiempo había pernoctado en Villa Biarritz, entre viejas pitucas que sacaban a pasear cuzquitos y porteros exageradamente bien vestidos. Luego le mostraba un apartamento en Pocitos y otro en el Parque Rodó. Volábamos, por supuesto. Lo primordial era estar cerca del agua, le decía. Él, que durante años también vivió en una ciudad con mar, asentía comprensivo. Y Montevideo volvía como una manzana donde yo no lograba señalar exactamente la curva que dibuja la bahía. La manzana era verde. Y yo era consciente, rabioso, de que me estaba olvidando de la Rambla Sur.

Me desperté. París otra vez. Fui a Google Maps.

Buenos modales

Mahinda nos cuenta durante el almuerzo que en Sri Lanka es de mala educación pasarse un cuchillo de mano en mano. Así, la costumbre quiere que para darle un cuchillo a alguien, se proceda a colocarlo en un lugar neutro (por ejemplo una mesa), para que su destinatario pueda tomarlo. Pienso en cuántos intentos de asesinato por arma blanca terminan en suicidio y me río solo. Mahinda me mira sin comprender. Encuentro una excusa razonable y el almuerzo prosigue. Tema siguiente: el terrorismo en Francia.

*

Título ambiguo: El canto del cuchillo.

Some candy talking

Ya se habrá visto cómo en el mejor tema de Jesus and Mary chain el cantante lleva la melodía con un tempo que nace lento, casi arrastrándose con la pandereta que suena a lo lejos, un tempo que nace tímido y luego va engordando poco a poco como una ola que viene de lejos. En un momento llega la mejor parte, ya se huele la bruma salada, and I talk to the filth and I walk to the door, la ola se levanta como una cobra, como el cantante que se endereza frente al micrófono, I'm knee deep in myself but I want to get more, la voz grave se hace desear un segundo más, of that stuff, y la ola blum, enorme, rendida de placer, se derrumba contra el estudio de grabación y deja los últimos rastros color escarcha antes de hacerse amiga de las alfombras, antes de irse a los rincones y más allá de las rendijas de las puertas, a morir en soledad.

La Schutzstaffel en Uruguay

En 1975 Serge Gainsbourg publica la canción S.S. in Uruguay. Bajo el sugerente título se esconden la visión de un Uruguay refugio de nazis y todos los lugares comunes sobre los cuales, con lucidez, canta el Cuarteto de Nos en No somos latinos.

S.S. in Uruguay, sous un chapeau de paille je siffle un jus de papaille avec paille. Esta canción, pegadiza, casi trivial y tonta, con los clásicos coros gainsbournianos de mujeres cantando un francés con acento británico, se ve saturada de sombreros de paja, jugos de papaya tomados con pajita, el sol omnipresente.


Curiosa miniatura de Gainsbourg (a quien se le perdonan largamente ésta y otras burradas, tanto como a Voltaire cuando hablaba de geografía), forma parte de un conjuro denominado Rock around the bunker, cuyas tierras pueblan grandes canciones como Nazi rock o Yellow star.

Dejaré de lado la polémica que causó el disco, muy mal recibido en la época, por la acidez —a la Vian— inherente al tratamiento musical de los temas cantados. Yellow star, por ejemplo, es lo más parecido a un mal comercial de juego de quiz, en el que Gainsbourg canta que se ganó la estrella amarilla y termina diciendo: “difícil para un judío la struggle for life cuando lleva la estrella amarilla”. Que un judío se burle de los judíos siempre me ha generado un cierto respeto. Dejaré de lado igualmente la versión de S.S. in Uruguay que hace Julien Doré, especie de Taddei o Johansen francés.

Et toujours ces couillons qui parlent d'extradition. Mais pour moi pas question de payer l'addition...

Cuando escuché este tema por primera vez (hace por lo menos cinco años), me reí de la letra. Luego, hace algo así como un año, cuando se descubrió que el ángel de la muerte pernoctó en tierras orientales, no me causó ninguna gracia. Gainsbourg no lo sabía: eligió Uruguay por la sonoridad y sin saber que, como dice su tema, Mengele tampoco pagó la adición.

La palabra del día

La pedología está relacionada y se considera también como una rama de la geografía que estudia el suelo en lo concerniente a la pedogénesis (el origen del suelo, su formación, clasificación, morfología, taxonomía) y también su relación e interacción con el resto de los factores geográficos en la dinámica del ciclo geográfico.

Vía Wikipedia, que incluye la etimología: del griego "pedon" y "logos".

Los curiosos de alta alcurnia continuarán su periplo por la palabra chernozem.

Título de artículo que aparecerá en un futuro suplemento científico de La República: La pedogénesis íntima de la Provincia Oriental: de Artigas a Mujica.

Fútbol x 3

mirá, esto sólo se puede escribir escuchando a gardel, que también tenía triple nacionalidad, la cuestión es que el partido del viernes pasado es por lejos lo más emocionante que he vivido en mucho tiempo, por lejos, sufrir como corresponde, junto a amigos uruguayos que vinieron por casa para también sufrir como dios manda, junto a milo que con la natural empatía argentina hinchaba por nosotros, en la canícula de parís, botellas y botellas de agua terminadas, los morochos bombardeándonos, lugano que sale, terror inmediato, uruguay desarmado, marcando como moscas, el rusito está cagado, a arévalo le cuesta, cavani muy bien, le digo que retiro todo lo dicho anteriormente, suárez comienza a ganarse mi admiración, fucile falta amarilla y el juez que se gana en casa todos los calificativos posibles, idas y vueltas, uruguay no aprovecha los corners, vamos nosotros che, los grones nos clavan el primero con un gol que delbono clasificaría de uva, la puta que los parió, no pueden ligar tanto, me cago en dios, termina el primer tiempo, tengo un estrés tan grande que me voy al baño, meto la cabeza bajo la canilla y frente al espejo en un momento me doy cuenta de que me estoy afeitando, segundo tiempo, seguir sufriendo, gol de forlán, gritos, saltos, afonía, ventana abierta, algunos vecinos del edificio de enfrente que se asoman al balcón, la mini vuvuzela que gané en un sorteo ensordece, sí, señores, tienen vecinos uruguayos armando quilombo a estas horas, así es, sigue el partido, uruguay sigue desarmado pero aguanta, ataca, hay que hacerlo, no se da, alargue, gyan es enorme, realmente enorme en todo sentido, no puedo dejar de pensar que ese grone enorme le metió el segundo a los gringos, casi hace lo mismo con nosotros, ya nadie tiene piernas, nadie, se vienen los penales, por suerte se vienen los penales porque el golero de ellos es una mantequita, vamos todavía, falta, no podés, falta no, no queda nada, falta no, terminalo, la viste sólo vos grandísimo aborto de simio, pero falta, centro, desorden incomprensible, que gol que no que sí que la sacan que qué pasó penal no juez hijo de la re... que roja suárez roja no podés ser tan hijo de puta replay sí suárez roja claro...

en un momento así es difícil no convencerse de que la mala liga de uruguay en el fútbol tiene algo de cósmico, que no se puede estar condenado y maldito a ese punto, luego viene la historia conocida, gyan erra el penal, increíblemente errado, grande, grone, sos un grande, gracias, luego mostró lo que podía hacer, pero era tarde, porque tiraron dos masitas que muslera atajó (gran sentido del humor de ese pibe, hay que ver sus declaraciones posteriores) y después el loco abreu, la panenka, inmenso, incredulidad, mirarse y no saber qué hacer, estamos entre los cuatro, estamos entre los cuatro, gritos, alegría, salir a festejar, sí, pero adónde? caminar por ahí, tirarse hasta la mouffetard, más tarde al sena, cerca de notre dame, enterarse días después de que los cien uruguayos que viven en parís estaban festejando en otro lado, ahora viene el martes, vamos todavía

*

alguien tendría que decirle a los franceses que el fútbol no es el rugby y que su ignorancia futbolística es tan grosera que harían bien en dedicarse a otra cosa (bolita, crochet, palabras cruzadas, trabalenguas...), leo comentarios en la prensa, tan fair play políticamente correcto boludo que da asco, criticando la trampa de suárez, uno dice que cómo puede ser que la mano de suárez sea más legítima (sic) que la de titi henry, vos fijate lo lejos del tarro que se encuentra la micción de ese cristiano que habla de un partido de fútbol como si estuviera analizando el bloqueo criminal de gaza,  dan pena, realmente dan pena y dan ganas de decirles cuán poco entienden de fútbol, cuán sosos son sus comentaristas, que además —salvo un sureño que comenta en tf1— son muy ignorantes y despreciativos, dibujados, puesto a elegir un calificativo les diría dibujados, dedíquense al rugby o, mejor aún, disfruten con el mundial de petanca, que acaba de empezar, por ahí cachan un poco de qué viene la mano

*

y hablando de la natural empatía argentina, asisto con incredulidad a la ondita antiargentina que tiene lugar en tierras orientales, que se parece mucho, para variar, a ignorancia, rencor viejo y complejo de inferioridad que más de un uruguayo tiene con los argentinos a quienes inconfundiblemente asocia a los porteños... basta haber sacado un poco la cabeza de un pueblito como montevideo —entrañable, cálido, pero provinciano a reventar— para darse cuenta de que argentina no son los porteños babosos, que los argentinos en general nos quieren y que, cuando se trata de fútbol, hinchan mayormente a muerte por uruguay.. ¿que hay quienes nos tratan de provincia? imbéciles hay en todos lados pero basta tener un poco de mundo, no mucho, por ejemplo haber ido hasta rosario —cuyo parecido con montevideo golpea—, para comprender cuanto tienen uruguayos y argentinos en común

estar entre los cuatro es motivo de felicidad, sin duda, pero es también motivo de exacerbación de un club de giles que están agazapados esperando para llenarse la boca y darle al caído y encima auto coronarse como humildes, ante el bolazo absoluto que se corre sobre las declaraciones de maradona sobre si uruguay está en el mundial, llueven comentarios de mierda, realmente de mierda, de gente que no sólo es ignorante -basta haber seguido mínimamente a maradona para conocer el respeto del tipo por uruguay- sino que ni siquiera se preocupa por confirmar que la información es fidedigna, un mensaje que rescato de la gilada, humilde gilada, por supuesto, dice lo siguiente:

q paso diego maradona?, vs q hablabas tanto de uruguay ahi tenes, ahora nosotros estamos en la semifinal y ustedes volviendo para su casita, y bueno sera q tienen q aprender de los uruguayos, q NO somos agrandados, y somos muy humildes. AGUANTE URUGUAY!!!

nooooo, no somos agrandados para nada, somos infinitamente modestos, si es que la aclaración resulta necesaria, tan humildes que hasta les hacemos la gamba de mostrarles el camino: aprendan de los uruguayos

leo que supuestamente da silveira y romano habrían reaccionado frente a estas "declaraciones" de maradona, si es así, cabe preguntarse sobre la noción de profesionalismo, pero bueno, entre provincianos modestos no nos vamos a andar buscando pulgas

por si algún gil que de milagro caiga por acá quiere calentarse con argumentos, leo en le monde una encuesta que presenta sólo las dos opciones siguientes:

luego de la neta victoria de alemania sobre argentina, ve usted à la mannschaft ganar la copa del mundo ?

a. sí, nadie puede detener a este equipo talentoso y realista (72,3%)

b. no, españa y países bajos siguen siendo candidatos más serios a la victoria (27,7%)

cherchez l'erreur...

Doctores

Aunque ya poco me extraña, vale la pena el asombro. No es un impacto como el de ayer (un padre colgó a sus dos hijos, cuatro y siete años, y luego se colgó él mismo) sino de otro orden. A ciertos buenos doctores se les ha ocurrido ocurrente desplegar su imaginación en un congreso titulado (me permito todas las traducciones del caso) "2da jornada cogni-psi de la Salpêtrière". Estos señores han de haber encontrado gracioso, dada la crisis actual, dar un perfil económicofinanciero a sus títulos de ponencia. Por un motivo que se me escapa, el título de la jornada es "La depresión: ¿una crisis del ahorro cerebral?". Los títulos de las ponencias son como sigue:

- El suicidio: ¿decisión de crisis o crisis de decisión?
- Endeudamiento sináptico y saldo deudor, dos elementos clave en período de depresión
- La tristeza: una traba a la productividad
- El duelo: una inversión dolorosa

Tan vivos se creen que cuando busco, en francés, endeudamiento sináptico, google me trae sólo dos referencias, ambas a la dichosa jornada.

Sí, lo sé, parece joda.

Pero no lo es.

Espectador

En estas conferencias es frecuente percibir una tenue niebla que huele a trigo, rastrear el origen, chocar visualmente con el molino de viento perseguido por el investigador que habla y gesticula en la tarima de turno, vagos recuerdos del speakers' corner. Y cuando de inteligencia artificial se trata, las posturas e imposturas se ofrecen como un abanico y a mí me da la oportunidad de evadirme para revisar un titubeante camino que lleva ya poco más de diez años.

Porque, se sabe, todo depende del cristal con que, a buen entendedor sobran, etc. Con ojos cosmogónicos, si cabe, el frío y la soledad son tan crueles que sólo se puede ceñir el sayo al cuerpo y seguir empujando en el desierto el carrito de supermercado pleno de cachivaches, creyendo que realmente se va a algún lado pero sabiendo en el fondo que hasta el templo de Salomón supo desaparecer un día hoy olvidado.

Un enfoque religioso murmurará vanitas vanitatum y se retirará, presumiblemente a misa.

Cuando el investigador es modesto, cuando asume la desigual lucha como un signo inequívoco de sus (nuestras) propias limitaciones, sueña en voz alta y sus sueños suelen ser compartibles, deseables, a veces nobles.

Pero cuando el desgraciado es uno de esos egos Zeppelin que acostumbra ventilar sus perlitas como si hubiera encontrado el Santo Grial o las notas destruidas por Einstein con la clave del campo unificado, entonces la charla degenera en monstruo soporífero y a mí me vienen esas ganas indecibles de también murmurar vanitas vanitatum y salir a ver si terminó la misa y quedó algo de la sangre del Cristo que sirva para acompañar una buena picada y algo de música.

Hasta hace un par de años me fastidiaba la impostura. Hoy me apena ver gente así, consumida por un circo que no es ni mejor ni peor que otros, pero es, en definitiva, un circo. Una amiga insiste en que esa condición oculta un agrio fracaso en el plano personal. No lo sé y creo que tampoco me importa: para conjurar la pena que me da, recuerdo la oveja que comía la corona de hiedra de Zaratustra y decía Zaratustra ya no es un docto. Pobre estúpida.

Por lo demás, la enseñanza y la investigación se me antojan ocupaciones verdaderamente útiles, como la medicina o la carpintería o la música, por mencionar algunos ejemplos. Pero Jeremy Rifkin tiene razón: trabajar como un burro es indecente. Además del riesgo de convertirse en uno y terminar en una noria, fatigando molinos que no de viento pero molinos al fin.

Levrero

Porque él no tenía ni idea de lo que podía causar, estar de visita en París después de dos años, pasar por casa, acercarse a la biblioteca, dejar caer un che, se ha agrandado, y casi de inmediato, al llegar a la trilogía involuntaria de Levrero que hace poco encontré en una librería minúscula de Figueres, gran milagro, decir como si nada mirá, Levrero, a mí se me murió Levrero, sí, se me murió, algo que sólo un médico que vive la medicina como él puede expresar en esos términos, ignorando ciclos vitales y épicas varias, Levrero no se murió, se le murió. No, él no tenía ni idea de lo que podía causar, pero como tampoco me va de exagerado todo fue más bien una pregunta tímida que podía ser algo como mirá, el mismo Levrero, el escritor. Sí, sí, pero en ese momento yo no sabía quién era.

Luego mi amigo me dice que lo trató hasta el final y me relata brevemente el episodio, antes de que la charla derive de un vocabulario codificado hacia las cosas verdaderamente importantes, es decir el tamaño indecente de los champiñones que prometí prepararle a la sartén, junto con el pavo que tanto extrañó, la salsa que adora, el vino omnipresente, y ya la charla está en otro lado, en Uruguay, en Francia, en su hermano en España, en su amiga en Andorra, la charla está en todos lados pero no está conmigo, continúo pensando en Levrero, en la casualidad, esa misma casualidad que me llevó a encontrarme con este amigo el día anterior en la calle, por el Bd Saint Michel esquina Vaugirard, mientras yo esperaba su llamada, en el momento exacto en que yo miraba el celular de Milo a ver si sonaba y él venía buscando un lugar para comprar una tarjeta para telefonearme, darnos de frente, sentir un grito bien uruguayo y bromear con que París es un pañuelo.

La charla siguió, por todos lados pero no conmigo, aunque yo estuviera con ella y con los champiñones, que quedaron buenísimos, gigantes, oscuros, tan oscuros como Levrero y sus alas, como Levrero y sus novelas acuarelosas, como el largo sueño que él llamó La Ciudad, novela que ocho años después de perseguirla por tantas otras ciudades terminé entre una noche de insomnio y un aeropuerto, una semana antes de otra noche de insomnio en la que no pude dejar de pensar en que se nos murió Levrero, se nos murió, y aunque yo no forme filas junto a sus apasionados admiradores, se nos murió y así vamos.

Hadopi

Como era de esperarse, en torno a la famosa ley Hadopi se ha construido un circo -irónicamente- mediático. Mientras los políticos siguen en la Edad de Piedra, más de uno nos reímos bajito por la complejidad técnica que esta ley ignora. Sigue una traducción de un correo vagamente articulado pero lúcido que me envía un amigo francés, fotógrafo en la alta costura durante veinte años.

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Con respecto a la ley Hadopi, Karl Marx (a quien no leí) habló en su momento del mercado del arte. Hace aproximadamente un siglo, Walter Benjamin se preocupó por "La obra de arte en la era de su reproducción técnica". Hace diez años, durante la Burbuja.com, algunos economistas afirmaron que Internet tendría tanto impacto en la sociedad como lo tuvo el tren. ¿Qué reflexión llevaron adelante los políticos, filósofos y sociólogos para comprender la evolución actual y preparar el futuro? Las grandes empresas y los políticos no han comprendido aún que la posibilidad de la reproducción digital representa un cambio de amplitud equivalente a la posibilidad de reproducción mecánica (foto, audio, audiovisual). Ejemplo sencillo: la foto (reproducción mecánica) modificó la pintura al liberarla de su obligación de realismo, lo cual permitió el impresionismo y la mayoría de los movimientos pictóricos que surgieron luego. El modelo económico de la pintura cambió. La foto tuvo igualmente un impacto sobre el periodismo et todo lo relacionado con la comunicación. El hecho de que algunas personas ganen dinero por la reproducción controlada de su trabajo es bastante reciente en la historia humana y nada garantiza que durará por siempre. En una economía mundial que considera (y que nos enseña regularmente) que lo menos caro es siempre lo mejor, es inevitable que ciertos precios rocen el cero. De hecho la economía mundial quiere siempre más intercambios, menos caros, pero a condición de que impliquen un intercambio monetario. Uno de los problemas con esta ley es que gracias al lobby de algunas empresas, los políticos y la sociedad llegaron a confundir propiedad intelectual (que concierne numerosos sectores) con beneficio de las empresas del sector musical y audiovisual (vos podés piratear cuantas fotos quieras, incluso para una utilización profesional; si los autores no te encuentran, estás tranquilo). Y entonces todo el mundo piensa que los músicos y la gente del cine son los únicos que producen obras intelectuales, lo que está lejos de ser la realidad. Personalmente me sucedió de percibir derechos de autor, pero jamás entendí por qué. Cuando compraba un CD virgen para grabar MIS fotos, tenía que dar dinero a los músicos que pasan por la radio, incluso en una radio que en mi vida escucharía.
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Este amigo no me deja poco trabajo de elaboración y síntesis, pero varios planteos son muy atendibles. No conocía el ensayo de Walter Benjamin, que interesará sin duda a Krahd, si es que sigue frecuentando este pueblo fantasma, lo cual dudo. Leyendo el artículo de la Wikipedia me entero de que existió un filósofo llamado Theodor Adorno, menudo apellido para un filósofo. En todo caso, después de la censura que hizo el Consejo Constitucional de los artículos que violaban el principio de presunción de inocencia, la ley Hadopi es uno de los tantos muertos vivos que pululan perdidos por el Derecho francés.

Idiota

Encuentro un papelito en el bureau de al lado, que dice: Pascal Wirth a appelé. Y me río solo como un idiota. Tristes estos días tan livianos en los que logro, sin mayor esfuerzo, divertirme con cualquier guarangada. De aquí a xkcd, un paso. Y después, sin duda, la decadencia total, el castigo bursátil, la felicidad, esa gran soporífera.

telegrama cotidiano

ocho aeme tin tin tiririn tin tin en palm agarro semidormido apago alarma de puro enfermo verifico correo entre sábanas leo le monde también rebelión. las bolsas ni te cuento mc cain saca el cuerpo el congreso no vota así nomás bush boludeces sarkozy hombre de estado del año (!) edvige sigue el relajo sale el google phone el partido socialista no existe los piratas somalíes ojo al piojo. miércoles cansancio barba sucia ganas de quedarme en casa leyendo dos días y ya es viernes. de la ristra de sueños esta vez le vent nous portera noir désir. ritual obliga pongo tema repetirse en baño mientras me ducho menos dormido sin exagerar. cocina capuccino jugo uvas tostadas mermelada arándanos lavar rápido vajilla dientes abrigo taquelapariótodavíaesseptiembre y dale que es tarde. miércoles día de canard enchaîné lo compro dudo charlie hebdo mejor no viene el 21 subo canard me entero intrigas palaciegas galas placer infinito semibronca habitual. trabajar es siempre metamorfosearse entrar fresco a la máquina que diez u once horas después me escupe en versión carbónico. mil correos responder lo que puedo reuniones gestión personal planificación trabajo en equipo café mucha agua cinco dossiers para hoy comer chino enterarse costumbres marroquíes tunecinas españolas vietnamitas hablar de uruguay seguir bolsas verlas dudar 21 vuelta a casa. recoger correos ascensor té a la menta canal 4 justo cyrulnik résilience experiencia en perú ir a biblioteca hojear sus libros esperar las guignols que llegan pronto. guignols chirac invitado del día canta al mongólico patrick sébastien (ah si tu pouvais fermer ta gueule...) chistes sobre fatalismo paco rabanne en discurso de bush habitual tomadura de pelo a johnny hallyday imposible no reírse tanto. zapping canal arte especial responsabilidad compañías tren en shoah por qué no interesante poca información nueva comer un poco de preferencia salmón primer vaso de vino tocó côtes du rhone rico un poco amargón como siempre un yogur. leer algo cuaderno tomar notas. palm poner alarma sueño tarda venir seguir leyendo escribiendo côtes du rhone milo transversal omnipresente esto no es todo pero bastante mañana otro día mejor dicho hoy la vida ese largo buche de agua vivir. eso vivir o algo así.

Cotidiana

Cuestión que, como afirmaba el cantante del grupo “Los del ciscón”, hoy me cago en todo. Me dieron mi nuevo permiso de residencia, arreglé un malentendido por los impuestos, encaminé otros trámites. Por ahora va bien. Curioso que a la vuelta el único lugar en el que verificaron mi permiso de residencia haya sido Montevideo. Un imberbe empleado de Pluna. Simpático. Y en Barajas, ese aeropuerto para cíclopes, el gaita de inmigraciones me arruinó el denso discurso preparado y ni se mosqueó. Más aún, ni siquiera revisó la página de renovación de mi pasaporte. No es la primera vez. Intuyo que, mientras la buscan, se aburren de ver tanto sello y visa y permiso de residencia amontonado ahí y en un momento paf le encajan otro sellito y tomatelás, sudaca, que allá viene un peruano jugoso. Fin de semana (pasado) de randonnées en Mont Dore. Insolación grotesca, labios como empanadas, la lepra un poroto, fiebre. Probé las Vélib’. Gran invento. Milo prepara pastafrola. Alegría de hormigas. Suena “Gallo rojo, gallo negro”. Poetas. Estoy con Israfel (el de Castillo). Acudo de cuando en cuando a uno de Pessoa titulado “Escritos autobiográficos, automáticos y de reflexión personal”. El hombre era brillante y desentonaba con su propia mundanalidad, por cuanto (me digo) se vivía a sí mismo en varios carbónicos. En una de las sesiones mediúmnicas anota: “Eres tan misógino que te encontrarás moralmente impotente, y de esa forma no producirás ninguna obra completa en la literatura. Debes abandonar tu vida monástica y ya.” Sin saber por qué, recuerdo las cartas a Nora Barnacle, que son por lejos mejores que las de Mme. de Sévigné. Vi a Joyce denostado gratuitamente en un extenso texto, extraído quizá de un (espurio) manual de autoayuda. Hoy viché alguna cosa de Lugones y de Ingenieros, más que nada siguiendo consejos de Castillo. En el avión releí El juguete rabioso. El vocabulario de Arlt se me aparece como mucho más extenso que el de Borges. Leo luego que González Lanuza, lexicometría mediante, computó esta impresión años ha. Por acá están con la máquina Cannes. Aburre. El periodista estrella de France 2 le pide a Angelina Jolie que le confirme si va a tener gemelos. Bajo has caído, oh, Pujadas, tú que de alto ya tenías poco. El gobierno francés sigue a contramano pero la gente ya está agarrando la suficiente presión y no va a soportar mucho más. Con un poco de suerte y viento a favor, dentro de unos meses estaremos haciendo saltar hasta las tapas de las alcantarillas. Desobediencia civil pacífica my foot. Salir a la calle y destrozar alguna que otra cosa, cuestión de armar el suficiente quilombo como para que se den cuenta de que va en serio y la cosa no da para más, es infinitamente menos violento y criminal que un gobierno que canta la plutocracia. Volví al laburo. Ya tuve una reunión de esas antológicas. El que fue más indefenso llevó Lector in fabula, de Eco. Mi hermana en Nueva Zelanda. Pobres kiwis. Pobre flaca. Mundo loco, dijo una vez más la mujer, como remedando, como si lo tradujese. Esta breve y absurda comedia. Y sigue, qué más remedio.

Pablo

Me voy a Chile a visitar un amigo. Por amistad e intentando retribuir el tour de librerías que me prometió, le pregunto si quiere que le lleve algo de aquí, esperando una respuesta que refiera a elementos como yerba o al famoso y sobrevalorado dulce de leche. Pablo me solicita, sin embargo, un par de paletas que tienen que ser sí o sí marca vasquito brama y que las consigo en un lugar específico, hablando con un conocido suyo, y un mandil de vareo, mucho gusto, encantado. Así que vasquito brama y mandil de vareo. Le respondo que haré todo lo posible. A vuelta de correo, Pablo me propone ir, con su familia, a hacer termas de alta montaña y a conocer Isla Negra. Sabe que me puede. La vez anterior fuimos a Valparaíso y pasamos por la casa de Neruda. Rechazo la calificación de bruto que Borges adjudica a Neruda, pero no se puede negar que el chileno tenía un mal gusto admirable. Predispuesto a confesiones kitsch, diría que Pablo es el hermano que nunca tuve, que en los veinte años que hace que nos conocemos, y a pesar de que la terna EEUU-Francia-Chile nos ha separado físicamente durante diez años, nuestra amistad continúa sólida y, lo que se me antoja más importante, fecunda. Es padre desde hace dos años, idea que a mí me resulta una aberración de primer orden. Suele ser tajante y tiene bien ganado el apodo de Mengele. Licenciado en ciencias políticas (recibido con summa cum laude), doctorado en la Universidad de Carolina del Norte (beca fulbright), consultante en SPSS (lo que requiere sólidos conocimientos en probabilidad y estadística), lo considero una de las dos personas intelectualmente más brillantes que conozca personalmente. Hace unos años perdí a un amigo cuya descripción bien podría ser ésta. Sé que sigue en la radio y escribiendo, cargando la cruz y la llave de estar muy por encima del promedio, rodeado de tantos mediocres. De cuando en cuando rastreo su huella, tan sólo para confirmar cuán por encima está. Este antro es poco afecto a elogios gratuitos y a confidencias tan inmundamente explícitas y tan mal escritas. Pero Arturito de los tres pelitos ha aprendido mucho de Pablo y de mi otro amigo, ha de ser por eso que esto tiene lugar. De momento, vasquito brama y mandil de vareo. Veremos. Si vas para Chile...

Noticias

Esta mañana Milo trajo noticias de la nieve. Luego pude verla, en autos, árboles, rincones. Nevó en París y se apagó la llama olímpica. Si estaremos tirados, que Robert Menard hace ejemplo. Dios mío. Ingrid Betancourt puede estar mejor de lo que se piensa, Kouchner dixit. Kouchner, de oficio tránsfuga, algo como un Batalla francés, versión mayo del 68. El Cuarteto sigue repitiendo -hora y media ya- que no somos latinos. Tienen razón, qué jodel. Murió otro "sin papeles" intentando evadir un control policial. Se lo llevó el frío del río, el Marne; murió de un ataque cardíaco; hidrocución. Frío del río, vientos de Quiroga. Hijos de puta, Hortefeux y toda su puta legión. Carroñeros. Por vaca loca, España dos vio morir. Aire de centuria. Sigue el quilombo de la pancarta de los hinchas del PSG y a Danubio lo robaron durante el partido. Quién dijo que los chorros no son originales. El IRPF continúa a fuego lento. ¿Cambiar? Claro que sí, pero los otros. Solidaridad, uruguayo solidario, me hacés reír, cretino, milonguero de medio pelo, frazada del pobre hombre que siente frío y no se queja. Cretino. En Argentina los oligarcas hacen paro. En Bolivia los hacendados siguen rompiendo los huevos. Los medios venezolanos siguen librando sucia batalla. Miami no puede más de la urticaria: quesestápoacabal, chico. Cuánta mierda junta. Francia se sale de la vaina por volver a la OTAN. Bush y Putín se dan la mano. Putín lleva un ramo de flores. Sonríe, la bestia fría sabe sonreír. Milagro.

Llegaron a Francia las cajas anti jóvenes. Emiten ultrasonidos que sólo captan los púberes. El mundo está enfermo. La vie est belle ; le monde, pourri. Zimbabwe se resiste a publicar lo evidente. Mugabe se lee de la siguiente manera: esperanza de vida = 36 años; mortalidad infantil = 65%; tasa de desempleo = 80%; inflación anual = 100.000%; años en el poder = 28. No, no te estoy jodiendo. Nunca mejor dicho aquello de cosa de negros. Políticamente incorrecto. Oh. Sh. China da náuseas (curiosa noción de pueblo elegido van construyendo), pero el Tíbet se subió al carro. El Dalai Lama no es cualquier nene. La CIA no le pasaba guita para que le tejieran a mano lindos ponchos carmesí. No. El Ponant anda por las costas de Somalía. Ancló. Los piratas no están muertos. No llevan parches. Curten high tech y piden recompensas de alto vuelo. Se nos cae Hillary, se nos cae; saca los juegos olímpicos de la manga. Y Obama disfruta abogando por su futuro atentado (asumamos que tiene alguna chance). Qué papita, McCain, qué papita, vos que sos flor de papa frita, digamos.

Y esta es sólo una muy parcial. Como diría don Schubert si frecuentara la lengua gala: c'est comme ça le monde, les amis.

Rita Mitsouko

Palmó el guitarrista del grupo Rita Mitsouko, extraño dúo mezcla de Las primas, Miranda, Alaska y Dinarama, y The Cure, pero francés, así que andá imaginándotelo... y con una estética que también me hace acordar al video del tema "Estoy verde", del tres veces animal García.

Rita Mitsouko, curioso nombre.

In nomine patris...

Aunque en realidad no me sorprende en absoluto.

Leo en Le Monde que el Papa saca un libro titulado "Jesús de Nazareth", firmado por él mismo (por el pibe Ratzinger, no por el flaco Jesú). Se han previsto múltiples traducciones y detrás hay un acto abierto de proselitismo (es su trabajo, en definitiva) y otro un poco menos abierto de facturación. Lo que sí me asombra es que sea el primer Papa en la historia que, siendo Papa, saca un libro a título personal y no ventilando firmemente su indiscutible magisterio. Pero nada detiene al bombardero Ratzinger, exégeta de alma y, por sobre todo, profundamente alemán, lo cual ya es mucho decir.

Tarde o temprano el libro caerá en mis manos (algún amigo o conocido; la biblioteca municipal de enfrente; comprarlo jamás). Por ahora me limito a leer la crítica y sé que josesito intenta amigar historia y fe, vaya tarea. Yo creía que para eso estaban los concilios y que lo que se hacía era dictaminar y no amigar. Leo también que le da palo a Dan Brown sin mencionarlo. El bombardero se esfuerza, nada que hacerle.

Entre esta reseña, la muerte de Vonnegut y un documental que vi ayer sobre el Pentágono, en el que en una parte, al principio, decía "el Pentágono se ve muchas veces obligado a enviar sus tropas a..." (momento en el que cerré todo y borré el archivo en el acto), cómo explicarte.

Y así va el mundo. Ego te absolvo, claro que sí...

Promesas

Las promesas no comprometen sino a quienes creen en ellas. Anoto esta artesana traducción del dicho “Les promesses n’engagent que ceux qui y croient”, atribuida a un barbero que había puesto un cartel que decía: “Mañana se afeita gratuitamente”. Y el cartel estaba todos los días.

Otra leyenda urbana, me digo, como el amor o la cebada de malteada. Y van…

En los auriculares, Ray Charles, drown in my own tears, o in his own tears, peu importe… Y en el spleen mismo un blues que te la debo.

El domingo pasado salí a caminar por mi antiguo barrio. Sabía que había una misa televisada en Notre Dame pero llegué tarde. En algunas calles pude ver todavía el rastro de unos zapatos que regalé el año pasado. La puerta del edificio en el que vivía estaba (al fin) pintada. Sonreí satisfecho. En el supermercado de abajo seguía el mismo árabe dando órdenes y una nueva flota de extranjeros en las cajas. Perfectamente renovables, cual todo extranjero aquí y cual enano de Olmedo allá. La mejor panadería del barrio: intacta. Dos años ya, pensé. Todo un hueco, como el del estómago… pero debe de ser el spleen, mi viejo, el spleen de acá, mon semblable, mon frère. Un hueco de casi dos años que se resolvió en el instante mismo en que llegué al CDG. Ni hablar de lo que vino luego: olores, arquitectura, ritmo, cultura, costumbres, hijo pródigo… Dos años. Demasiado tiempo.

El otro día discutía con un par de amigos muy vagos, tomábamos cerveza y arreglábamos el mundo y por ahí surgió el tema de la fidelidad. No nos pusimos de acuerdo, como suele suceder cuando uno intenta arreglar el mundo cerveza mediante. Yo recordaba todo el tiempo la frase de Píndaro: llega a ser quien eres. Y aunque tan fácil, fácil no es...

I know it's true, into each life some rain, rain must pour… Y por ahí también revolotea el "Promises" de Clapton, cuya letra es todo lo contrario de la de Charles pero viene bien porque yo no sé por cuál de ellas decantar todo esto que sigue haciendo bulto y ya no da para más. Y ahora viene el "No saben qué decir", de Buitres, fijate vos un poco. Y mirá qué pertinente, che. Aunque hace rato ya que creer en juramentos no está de moda.

Volviendo al tema de las promesas, en mi barrio de infancia, Venancio, un quiosquero alcohólico y bastante peculiar, tenía un cartel siempre presente que decía: “Mañana se fía”. Gracias a él constaté un día que el mañana no existe realmente. Pero ahora pienso que por ahí, después de todo, el mañana sí existe.

Esta entrada tiene un aire jironado que no deja de ser un atavío fiel. En última instancia no había prometido nada. Y aunque lo hubiera hecho, ya se sabe, las promesas no comprometen...

I'm so blue here without you. It keeps raining more and more…

Liscano en Barajas

Puede ser esta maldita espera en Madrid o este último tramo retrasado o haberme tirado velozmente por el Museo del Prado tan sólo para confirmar que una exposición del Tintoretto anulaba toda viabilidad de visitarlo (un mundo de gente esperando en la calle; 7 grados centígrados y yo con un abrigo demasiado ligero; una conexión que me dejaba margen pero sin exagerar). O puede ser también el viaje más malo que recuerde haber realizado (abandonad oh mortales toda idea de viajar por aerolíneas argentinas o, si no hay más remedio, comunicaos con Virgilio previamente) o el comienzo de un desarraigo que hará su implacable labor de termita o haber estado conversando con el policía de migraciones aquí en Barajas sobre todos los indocumentados (o con falsos pasaportes o visas) que vi desfilar en la hora y media que me tocó hacer de cola. O tal vez sea haber prácticamente fagocitado el segundo tomo de las Cartas de Cortázar y sentir que volverá el tiempo para leer como quiero y no como puedo. En todo caso di de chiripa con este texto de Carlos Liscano que me dejó el estomago por el suelo (¿o habrá sido ese menjunje que la azafata llamó “pollo” contra la otra opción de “pasta” que de seguro era base?), la cabeza en el hígado y el café con leche y perifar grip andá a saber dónde.

Advirtiendo que para entender mejor lo que sigue hay que conocer algo de la vida de Liscano, del libro “La sinuosa senda” transcribo “Relato para una hija sobre su padre”.

Una noche viniste de mujer a mi casa y me preguntaste cómo era tu padre.
Yo ya tenía casi cincuenta años y me había preparado un cuarto de siglo para contestarte.
"Tu padre, recuerdo que empecé, para mí todavía tiene veintitrés y sigue siendo mi amigo.
Era un muchacho que fumaba mucho. Andaba por la ciudad como un campesino entre terrones y a veces le dolían las muelas.
Le gustaban los niños y tenía la pura pasión de la dignidad.
Recuerdo exactamente cómo y dónde lo mataron: vos tenías seis días."

A las cinco de la mañana, después de hablarte toda la noche, me di cuenta de que no te había dicho lo más importante.
Porque las ideas por las que un día estuvimos dispuestos a morir, aquellas por las que algunos de los nuestros murieron, dejaron de ser ideas por las que hoy estaríamos dispuestos a morir.
Aunque debí, no pude decírtelo.