Aquí yace Estefanía,
flaca y aguda mujer,
que bien pudo aguja ser,
pues sólo un ojo tenía.
Momia, esqueleto de alambre,
en torno a sus hueso vanos
yacen también los gusanos,
porque se murieron de hambre.
*
Y para los paladares delicados, sugiero que lean su poema largo titulado "Nomenclatura y apología del carajo". Vale la pena. Yo lo recuerdo muy citado por Restuccia en uno de sus tantos unipersonales.
6 comentarios:
Estérilmente, krahd intenta establecer o inferir un vínculo inconsciente (de mi parte) entre la última estrofa del poema sugerido a paladares delicados y el post anterior de aires pseudo homosexuales.
Sería tonto negar una vínculo presumido inconsciente. Y yo no sólo lo niego de manera rotunda sino que me permito dejar en claro que este blog se quiere trasnochado y gris, así que esforcemos la visión periférica y los taninos pesados.
A mí, por ejemplo, me gustaría saber por qué krahd cada vez que se refiere a una mina suya habla de "mi chica". ¿No es, acaso, muchísimo más gay que una apología del carajo? Dicho sea de paso, se me ha acusado injustamente de abusar de la palabra mina. No veo misoginia alguna. En mi imaginario (y en mi boca) la palabra suena con un cariño muy particular.
¿Y los taninos pesados en el bondi? Survived?
Mi chica la rompe.
Y... además, yo no creo descubrir nada, el tipo termina su poema diciendo "¡que quisiera más yo que una poronga grandota!"
Very gay.
referirse a alguien del sexo femenino al que se tiene cierto apego como "mi chica", debo decir, suena bastante más cariñoso y mucho menos macho-prepotente que mina (que bueno, sí, es algo misógino). Por algun motivo, cultura-porteña-adquirido, "mina" suena bastante despectivo....eso
Dirimamos otra vez:
En fin, aquí termina mi trabajo
Si algún censor severo lo condena
Que me eche un buen Carajo... en hora buena
¡Que más quisiera yo, que un buen Carajo!
¿Ambiguo, acaso?
----------------------------------
Los taninos a salvo en casa. Ayer un roble y hoy por ahí algún álamo.
----------------------------------
qué figura, cromo6: un ejemplo de hermosa utilización de la palabra mina:
Milonga madre, vos eras
para el cartón sin amor ni taquera,
mina mistonga y diquera
que chamuyaba de un metejón
Aunque de ese tema, la parte más musical, para mi gusto, es:
Milonga madre, en las pencas,
tu clavelina de alcurnia flamenca
debió volverse violenta,
flor chamuchina color malvón.
En definitiva, mina puede sonar no sólo de manera cariñosa sino que hasta reflejar un gran respeto. Creo.
Que me eche un buen Carajo... en hora buena
¡Que más quisiera yo, que un buen Carajo!
ambiguo, lo que se dice ambiguo...
Publicar un comentario