No estoy lejos del día en el que cada ciudad nueva será una ciudad más y no una ciudad menos. Espero con paciencia ese momento, que estimo en siete años, cuestión de darle un aire de cuarentena a ese punto de inflexión. Dejando de lado cuestiones elementales, puedo prescindir de muchísimas cosas en la vida menos de escuchar música, viajar y leer, en orden decreciente de necesidad.
Quizá ese momento coincida con mi asentamiento decisivo en algún lugar. Porque algo que también ansío, pero con menos paciencia espero, es jubilarme de gitano de una buena vez por todas y para siempre.
Quizá ese momento coincida con mi asentamiento decisivo en algún lugar. Porque algo que también ansío, pero con menos paciencia espero, es jubilarme de gitano de una buena vez por todas y para siempre.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario