A sokon y Zeta les gustan estas cosas. Para hacer morir de envidia a camellos y dromedarios, y —vaya ironía— para hacer morir de hambre a dietólogos de variado pelaje, un asceta indio de 83 pirulines afirma que hace unos setenta años que vive sin comida ni agua. ¡Haber avisado antes, varón!
Dejando de lado que merece el más alto repudio de la sociedad de consumo y yendo a lo que nos interesa, el tipo es un transgresor innato. Dice que una diosa lo bendijo a los ocho años para permitirle vivir sin alimento. Claro.
Para seguir el ritmo de este florido carnaval, los científicos de la armada india se desparraman cual mariposas en celo (?) para comprender cómo hace el fulano, cuestión de que sus soldados puedan sacar provecho de. En el colmo del ridículo dicen comprender que los soldados no podrán meditar (me imagino la escena y me río solo) pero que al menos, cualquier monedita, ya se sabe.
Un imberbe que vivió hasta hace unos diez años afirmaría a capa y espada que el yogui es sincero, que no necesita alimento porque obtiene toda su energía del prana y que si ustedes, oh simples mortales, siguen ciegos tras el velo de maya, tant pis pour vous. Pero hoy James Randi marca el paso. Y el petisito barbudo diría que el otro barbudo, el asceta del siglo 21, una hoja de perfil y mucha barba de frente, no hizo nada que un huelguista de hambre no haya hecho: no comió durante dos semanas y aprovechó a beber agua cuando hacía gárgaras. Porque hay que leer la noticia: el asceta, por motivos que se nos escapan, necesita hacer gárgaras. Yo conozco los ejercicios de respiración que otro gran yogui (Ramacharaka, que en realidad era William Walker Atkinson) indicaba para templar el garguero. Pero este otro yogui prefiere las gárgaras.
Es que últimamente hasta el misterio está de saldos...
3 comentarios:
Para mí el oso Yogui siempre fue un personaje lateral. No sé, tenía poca revista de él, debe haber sido por eso.
No sólo me gusta sino que me estimula, jahey. Sabe que creo que el punto de contacto entre estas cosas chinas y la alquimia es, precisamente, el Prana.
A veces me resulta tan chocante, tan absurdo que hayamos inventado una herramienta racional para poder comprender mejor la realidad, y nos hayamos cegado al punto de creer que sólo lo que la herramienta muestra es la realidad; más aún: que la herramienta es la realidad.
Es como estar convencidos que el telescopio es el cosmos; y que nada hay fuera de su esfera.
Por otro lado, la noticia en francés le quedó deprecated.
Abro el vínculo en el FireFox y no funciona. Lo abro en IE y funciona. Eso es magia, amigo.
Hablando en serio, el método científico está sobre evaluado, concuerdo con usted. Lo que más me sorprende es ver cómo se "confirman científicamente" verdades que el ocultismo afirma desde hace una buena cantidad de siglos.
A mí me estimulaba mucho, también, pero da rabia tanto chanta.
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