Volver al futuro

Lo saben los fieles de los assesment center methods aunque Markov desconfíe a destiempo: el mejor predictor de la conducta futura de un sujeto es su conducta pasada emitida en una situación específica. Nada mal como heurística que bien podría recordar a los demonios; y por qué no al de Laplace.

Y entretanto Peluffo canta, con harta razón, que no era tan fácil seguir la historia hasta la eternidad, cubrir de gloria flores usadas, guerras perdidas ayer. No. Ni el ancho mar. Ni la noche. Ni un muerto. No. Las cosas se están yendo lenta pero redondamente al quinto carajo y yo vivo el proceso como la banda del Titanic, sabiendo que el autoboicot más mafioso es el de la costra nostra: capas y capas de ironía e indiferencia que de seguro algo ocultan. Y así va la cosa, por momentos hundido en la almohada, perfectamente onettiano y murmurante, indeciso entre pourquoi pourquoi même quand les gens s’aiment il y a toujours des problèmes y I feel numb too much is not enough gimme what you got gimme some more. Pero, ¿realmente tengo que elegir? ¿No es acaso la elección la que me está señalando con el índice, sabiéndose vencedora de antemano?

Lo más idiota de vivir así es aspirar a salir ileso. Bastaría buscar el significado de rante en un diccionario de lunfardo para entender esta entrada. Toda la culpa de ayer no alcanza para esta copa de hiel / tiemblan las manos / se anuncia el diablo / giran las luces del escenario / sale la furia y canta en un tono cruel: "esto es así: la noche asesina una vez; un muerto no puede volver"...