Agostos

Lo que pasa es que cuando terminás al fin por comprender que la persistencia de un agosto puede reducirse a una perspectiva hemisférica, ya todo está perdido. Y entonces seguís camino como antes; o tal vez un poco peor, pateando las mismas piedritas de siempre pero sin que ahora te importe adónde carajo van a parar; alma de estorbo pero jamás alma estorbo, animula vagula blandula, huésped y promesa de algún agosto mejor. En fin. Generosos son quienes asisten a este destierro voluntario, aunque más no sea curioseando de reojo, quizá con pudor, o con butaca, morbo y acaramelado el pop. No tengo agradecimientos pero sí hambre de espejo. Ya lo dijo Osho desde su mansión en Poona: un ascetismo tercermundista y citadino es una empresa arruinada de antemano. Luego vino el resto, que es bastante conocido.

Y es que en terreno de ruinas y escombros puedo jactarme de obras varias. Deconstruir y destruir no son operaciones ni idénticas ni intercambiables y precisamente por eso es que consta en mi reducida foja que tengo más de Derrida que de Shiva. Y aún así, tengo más de quiróptero que de cualquier otra cosa.

Una manera de describir relaciones es mencionar la figura que las partes del conjunto (que sería, presumiblemente, la figura) van formando. No sé si Cortázar confunde metaexistencia con existencia o soy yo de nuevo que en los momentos más inesperados salgo hablando del metacarpo y del metatarso. En todo caso, a mí me gusta verlas como microsistemas que se van acomodando (de preferencia simbióticamente) en una poltrona de lo más cómoda y somnífera: cuestión de meses para que todo cristalice en una rutina pegajosa y el olor a podrido no se soporte. Entonces pala contra escombros porque el estar no puede quedar así. Revolverse a como dé lugar para buscar el golpe de péndulo. He mencionado anteriormente, aunque sin citarlo, el principio del ritmo del Kybalion:


"Todo fluye y refluye. Todo tiene sus períodos de avance y retroceso. Todo asciende y desciende; todo se mueve como un péndulo. La medida de su movimiento hacia la derecha es la misma que la de su movimiento hacia la izquierda. El ritmo es la compensación."

Fluir. Mover. Poner la casa en orden. Ciertamente la perspectiva es un lujo de dioses. Pero al menos podemos poner la casa en orden, prepararnos para el próximo agosto, que por ahí es mejor que los anteriores.
Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

2 comentarios:

basilia dijo...

poner la casa en orden con cierta perspectiva, no es poco. que feo que es agosto.

Anónimo dijo...

La vida es una gran sala de espera, la otra es una caja de madera.