Todo es número

A veces me pregunto cómo llegué a esta situación. Hasta cierto momento yo era un estudiante, luego un ayudante, vinculado al ambiente universitario pero siempre viviendo en mi burbuja y en algún momento plop me encontré del otro lado del mostrador.

Me consta que el carácter excéntrico es endémico del ambiente en el que me muevo. No reniego de mi condición de chimpancé. Es sólo que no me gusta ser parte del circo. Cumplo con mi impostura pero me interesa que siga siendo precisamente eso: una impostura.

Las excepciones, que las hay, son lo que más rescato de esta zona nebulosa porque son personas que también se mueven a contramano del promedio, suponiendo que el término promedio tenga algún sentido.

Tardé años en darme cuenta de que la casi totalidad de mis amigos son universitarios. No escribe un clasista, escribe un sorprendido. Porque tardé todavía un poco más en darme cuenta de que había salido de una burbuja para meterme en otra.

En literatura se habla de registro lingüístico. En psicología, de habilidades sociales. En los amplios salones, de buenas costumbres. Mezclo, lo sé, soy consciente de que cruzo conceptos en el mejor de los casos amigos.

¿Alguna vez fuiste consciente de tus propias impostaciones? ¿Te preguntaste por qué te rodea la gente que te rodea? ¿Cómo llegaste a estar donde estás y en el estado en el que estás?
Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

1 comentario:

Naazgul dijo...

Esas preguntas son un excelente camino para llegar a la locura.
Las primeras palabras que se me vinieron a la cabeza fueron "universos múltiples". El estado actual de situación podría ser cualquiera de una cantidad infinita de situaciones posibles.
Cada persona que decidiste tratar o ignorar, te trajó hasta acá. En realidad, cada decisión. Acción y reacción. Una cadena interminable de pequeñas decisiones y sus consecuencias.
Cuestionárselas, se acerca bastante al límite de los funestos "y si..."

Lo de las imposturas, ya no es tan cómodo de abordar. Somos nosotros, o nos convertimos en nuestro personaje?