Confieso que me equivoqué. Quisiera rectificar el post anterior. El congreso está bastante aceptable. No tanto porque haya charlas que me interesan, ese suele ser siempre el caso, sino porque la gente es agradable. Me quedo pensando si será el estilo expansivo y familiero de los tanos. Eso sí, no faltan los anglosajones con su estilo business is business y las preguntas cuyo espíritu es: ¿funciona o no funciona? y si funciona ¿a qué porcentaje lo hace?
Este humilde personaje, contaminado por el espíritu galo más bien hiperreflexivo y orgulloso de saberse (¿creerse?) una excepción cultural (hablo del espíritu, por supuesto), tiende a tomar con pinzas las preguntas modelo cuadrillé.
Rodia contradecirá estas líneas pero no me importa: en breves días estará por Lutecia y más le vale que vaya poniendo las barbas, que no tiene, en remojo porque acá lo de funciona o no funciona directamente no funciona.
Este humilde personaje, contaminado por el espíritu galo más bien hiperreflexivo y orgulloso de saberse (¿creerse?) una excepción cultural (hablo del espíritu, por supuesto), tiende a tomar con pinzas las preguntas modelo cuadrillé.
Rodia contradecirá estas líneas pero no me importa: en breves días estará por Lutecia y más le vale que vaya poniendo las barbas, que no tiene, en remojo porque acá lo de funciona o no funciona directamente no funciona.
2 comentarios:
me subestimás y me simplificás y, por tal cosa, tu te trompes. El asunto es el objetivo. Si usted pretende hacer algo que funcione, bueno, que funcione. Si usted pretende filosofar bueno, filosofe. Filosofe es una linda palabra, atípica. Habría que contar cuántas similares hay :D
Yo creo que el problema es inverso. El desprecio de los elegidos por la belleza de lo sencillo. Lo mejor es sencillo, puede explicarse en pocas palabras. Pongamos la máquina de turing, o el tren, o la licuadora.
No es cierto lo que digo, pero por lo menos se aproxima.
Hoy no estoy muy lúcido, así que ni yo mismo entiendo lo que puse. Me suele suceder.
Lo que puede explicarse, no existe. Las cosas no son de tal forma. Ni son verdaderas, ni falsas. Ni tautológicas. Ni mejores ni peores. Las cosas, son, amigo Rodia. Todo lo demás es ruido introducido por el lenguaje y su lógica.
Por otra parte discrepo con Jahey en que puedas encontrar tanta diferencia en un país cuya gramática es tan similar to ours. Lutetia is gone, baby. Lutetia is gone.
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