¿La octava colina?

Estoy en Frascati. Esto no es un juego de palabras: estoy realmente en Frascati. Una vez más, solo en un pueblito, revisando la presentación, el inglés, las camisas (horror, horror), afeitándome prolijamente, todas las credenciales necesarias para calzar en este molde que, si me apurás un poco, te diría que me tiene bastante podrido. En situaciones así recuerdo ciudades como San Carlos, Jaén, Cáceres, Caen, Avignon, Rosario, Autrans, La Habana, Santiago de Chile... La idea es la misma de siempre. Ya he dicho que un burro con corbata es cuando menos un burro respetable. Y así vamos. Yo no uso corbata, pero lo mismo rebuzno, aunque de costado, a lo compadrito, cuestión de estar a tono y ponerle un toque rioplatense al asunto.

Siempre es raro estar en una ciudad en la que no conocés a nadie, en la que tus únicos referentes son un hotel, una conexión a Internet y un cuadernito de notas en el que escribís apuntes como éste. En los aeropuertos y en las estaciones de tren tengo invariantemente la sensación de que, además de estar en un lugar absolutamente impersonal, estoy en un espacio fuera del tiempo, como estático pese a su función dinamizante, una sucesión de calcos de personas yendo y viniendo, recibiendo y despidiendo a otras personas, cosas así. Al recordar el cuento de Onetti llamado “El infierno tan temido”, me he imaginado en más de una ocasión trabajando en un aeropuerto. Suelo ser vendedor en un free shop o barrendero. En las horas más amargas soy controlador de inmigración. Creo sinceramente que el trabajo dignifica, pero Dios me libre y guarde.
Javier CoutoJavier Couto (Montevideo, 1974) es narrador. En 2010 obtuvo una mención de honor por Voces (cuentos) en el XVII Premio Nacional de Narrativa “Narradores de la Banda Oriental”. Su novela Thot fue finalista del Premio Minotauro 2013 (Editorial Planeta). En 2014 obtuvo una mención de honor con su libro de cuentos Del otro lado, en el Concurso Literario Juan Carlos Onetti 2014 y la primera mención en el Concurso Internacional de cuentos Julio Cortázar.

2 comentarios:

Zeta dijo...

El primer párrafo es fantástico. Superb digamos.

Rodia dijo...

alcahuete